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domingo, 5 de marzo de 2017

CARTA DE TED KACZYNSKI A J.A.

Carta de Ted Kaczynski a J. A.[i]

No tengo los conocimientos técnicos para valorar o criticar el informe Meadows1 ni los otros materiales que usted me envió y que predicen una grave crisis de la civilización tecnológica en un futuro cercano debida al agotamiento de los recursos. Sin embargo, no puedo asumir que esas predicciones sean acertadas. La mayoría de las predicciones acerca del futuro de las sociedades son especulativas y poco fiables. (“La gente predijo la caída del Partido Comunista Chino en 1989 y ésta no ocurrió. ... La gente no predijo la caída de la Unión Soviética en 1991 y ésta sucedió.”2). Y hay otra gente que hace predicciones muy diferentes de las de usted. Por supuesto, no hay duda de que el mundo se está encaminando hacia dificultades económicas y medioambientales muy graves pero no estoy convencido de que éstas en un futuro próximo acarreen una crisis tan grave como la que usted y otras personas predicen.
Sin embargo, supongamos que, en términos puramente económicos y medioambientales, la crisis  sea tan grave como sugieren los materiales que usted me envió. Aun así, creo que no es nada aconsejable predecir que el sistema tecnológico sufrirá un colapso pronto. Es relativamente sencillo dibujar gráficos que muestren ciertas tendencias cuantitativas (agotamiento de las reservas de petróleo, etc.); es mucho más difícil prever cómo reaccionará una civilización, en términos sociales, políticos y organizativos, a los sucesos cuantitativos predichos por los gráficos.
En cualquier situación conflictiva uno de los errores más peligrosos que se pueden cometer es subestimar la fuerza del adversario.3 Por lo general es mejor sobreestimar su fuerza. La subestimación de la fuerza del adversario lleva a la confianza exagerada y a la disminución del esfuerzo propio, lo cual es una fórmula segura para acabar siendo derrotado.
Si usted predice que el sistema tecnológico pronto se colapsará, está usted animando a los oponentes del sistema a que simplemente paren, se relajen y esperen a que se produzca ese resultado. Pero entonces, ¿qué pasará si usted se equivoca y el sistema sobrevive a la crisis?
En mi opinión, el sistema es mucho más fuerte de lo que usted piensa. Yo creo que, a medida que las dificultades económicas se vayan haciendo cada vez más graves, el sistema reaccionará explotando los recursos de la Tierra cada vez más imprudentemente con el fin de mantenerse vivo. Al final, el sistema colapsará, pero para entonces probablemente habrá devastado la Tierra de un modo tan exhaustivo que nuestro planeta ya no será habitable para los seres humanos ni para ninguna otra forma de vida compleja. El único modo de evitar esto es precipitar el colapso del sistema mediante la acción revolucionaria  antes de que vuelva inhabitable nuestro mundo.
Escribe usted: “Confío bastante en que los problemas de producción de energía a los que nos estamos enfrentando (y a los que nos enfrentaremos) obligarán a abandonar cualquier sueño acerca de la inteligencia artificial avanzada y de lograr un mundo más tecnológico del que experimentaremos en esta década”.
Creo que se equivoca usted. Yo pienso que la escasez aguda de energía y de otros recursos será un estímulo y un incentivo para el desarrollo de la inteligencia artificial y de los robots, y que conllevará la inversión de más recursos en esas áreas de investigación. Los seres humanos son muy caros de mantener y, en muchos aspectos, son unos componentes ineficientes del sistema tecnológico. Hay que alimentarlos, vestirlos, alojarlos, entretenerlos, educarlos y disciplinarlos; tienen multitud de necesidades emocionales que son inconvenientes para el sistema. A medida que se vaya haciendo progresivamente más difícil encontrar recursos para mantener a siete mil millones de seres humanos, el sistema se verá más y más impelido a tratar de desarrollar ordenadores y robots que puedan reemplazar a los seres humanos; y mientras, los seres humanos que vayan volviéndose superfluos serán tratados cada vez más despiadadamente. Aquí, en los Estados Unidos, ya estamos viendo los comienzos de esto último: ancianos, a los que las grandes empresas o los gobiernos (municipales, estatales o federales) les prometieron una pensión o asistencia sanitaria y que planearon sus vidas asumiendo que esas promesas serían cumplidas, están perdiendo esos beneficios o los están viendo seriamente recortados debido a las presiones económicas actuales.4 Por tanto, yo creo que las dificultades económicas y medioambientales del sistema acelerarán la progresiva eliminación de los seres humanos y su sustitución por ordenadores y robots.
Por supuesto, estas predicciones son siempre inciertas. Pero su predicción de que los problemas económicos y medioambientales detendrán pronto el progreso tecnológico es igualmente incierta; de hecho, yo creo que es improbable.
Por consiguiente, sostengo que la crisis que se avecina no debería ser vista como un suceso que nos salvará de la tecnología. En vez de eso debería ser presentada como una oportunidad para echar abajo el sistema tecnológico mediante la acción revolucionaria. Con la llegada de una crisis económica y medioambiental que inhabilite gravemente al sistema, un movimiento revolucionario bien organizado y eficaz debería ser capaz de dar el golpe de gracia que eliminase definitivamente la civilización tecnológica.
Sin embargo, el momento de comenzar a organizar un movimiento revolucionario es ahora. Si esperamos más probablemente será ya demasiado tarde.

NOTAS

1.  Donella Meadows, Jorgen Randers y Dennis Meadows, Limits to Growth: The 30-Year Update, White River Junction: Chelsea Green Publishing Company, 2004.[ii]
2.    James Fallows, “Arab Spring, Chinese Winter”, The Atlantic, septiembre 2011, pág. 58 (citando a Perry Link).
3.  De Lao Tze (también conocido como Lao tzu o Lao Zi): “El mayor desastre es subestimar al enemigo; subestimar al enemigo hará que pierdas todos tus ejércitos”. Xiaolin Yang e Irene Yang, Lao Zi: A Modern Chinese and English Translation, Infinity Publishing, Haveford, Pennsylvania, 2002, capítulo 69, pág. 139.
4.   Por ejemplo, USA Today, 20 de julio, 2011, pág. 3ª (pie de foto); “El fin de la era de los derechos”, The Week, 29 de julio, 2011, pág. 12; Dennis Cauchon, “Federal Benefits, pensions explode” y “Benefits are hard-earned, say military retirees”, USA Today, 29 de septiembre, 2011, págs. 1A y 4A.





[i] Traducción a cargo de Último Reducto de un fragmento de la carta original del 27 de junio del 2012. © 2012, Theodore John Kaczynski. © para la traducción, 2017, Último Reducto. N. del t.
[ii] Existe traducción en castellano: Los límites al crecimiento 30 años después. Galaxia Gutemberg, 2006. N.del t.