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domingo, 22 de diciembre de 2024

Sobre el género


Dejad de usar el término “género cuando os refiráis al sexo[1]

Por Jack Donovan

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Cuando permites que alguien que quiere destruirte cree el marco dentro del cual piensas y te expresas, que construya tu forma de entender y hablar del mundo, ya has perdido.

Le has permitido que dicte las condiciones de la contienda y controle tu vocabulario.

Es como aceptar un duelo y permitir que tu oponente elija armas que tú nunca has usado, pero con las que él sí tiene mucha experiencia y está muy bien entrenado.

La mayoría de mis lectores estarán de acuerdo en que cualquiera que ponga sus pronombres en su biografía se ha rendido, porque al ofrecer tus pronombres reconoces implícitamente que realmente hay una razón válida para hacerlo, aun cuando tu sexo sea obvio para cualquiera que tenga ojos.[2]

Cuando pones tus pronombres en tu biografía, aceptas el marco trans.

Pero, ¿qué pasa con la palabra “género”?

Yo la he usado y creo que muchos hombres la usan despreocupadamente como sinónimo de “sexo” y de las características asociadas al sexo, sin darse cuenta de que los activistas marxistas han ido cambiando radicalmente su definición en los últimos 69 años.

En inglés, la palabra “gender” [“género”] sólo se utilizaba en el estudio y aprendizaje del lenguaje hasta 1955.

Pensemos en “le” y “la” en francés, o en “Der” y “Die” en alemán.[3]

Según una investigación,[4] antes de la fecha señalada, el término “gender” se utilizaba sólo muy raramente como sinónimo de sexo y siempre de forma jocosa.

Sin embargo, fue en 1955 cuando el sexólogo John Money empezó a utilizar la palabra género para referirse a la identidad sexual de los hermafroditas, raros individuos nacidos con defectos genitales de nacimiento que hacen que su sexo “no sea concluyente”.

Money es una figura controvertida porque sus investigaciones abogaban por “asignar” un género a los hermafroditas y luego normalizar quirúrgicamente sus genitales.

Puedes seguir viendo esta frase, “asignar género”, en la propaganda trans de hoy en día.

Nadie necesitaba la palabra “género” para hablar de los bebés o adultos normales que eran obviamente masculinos o femeninos.

Y si se quería hablar de masculinidad o feminidad, simplemente se utilizaban dichos términos.

Fue el psicólogo Robert Stoller, que trabajaba con transexuales, quien creó el término “identidad de género” en 1964 y desarrolló el género como una concepción de la identidad sexual que, de alguna manera, existía separada del cuerpo.

En la década de 1970, las feministas marxistas radicales se apoderaron de la idea del “género” para separar del sexo físico las ideas y los comportamientos asociados a la masculinidad y la feminidad.

Por eso, cualquiera que haya sido adoctrinado en la ideología feminista a través del sistema universitario (o de TikTok) te corregirá con petulancia si confundes sexo y género.

Te dirán que sexo y género son conceptos separados.

Pero esta distinción fue creada para los hermafroditas y transexuales hace unos 60 años y luego utilizada por las feministas marxistas para destruir lo que ellas llamaban los estereotipos de género.

El propio feminismo está siendo aplastado ahora bajo el destartalado mamotreto del género porque las técnicas dialécticas marxistas que emplearon las feministas siguieron “trayendo los márgenes al centro”.

Las mujeres normales son, después de todo, un grupo muy grande y “privilegiado” en comparación con las mujeres de grupos racialmente marginados, las mujeres de grupos sexualmente marginados y, en última instancia, las personas marginadas porque sufren trastornos psicológicos en los que la sensación de su propio “género” está completamente disociada de sus propios cuerpos, hasta tal punto de que se sienten obligadas a alterar sus cuerpos para hacer que coincidan con su “género”.

Esto ha dado lugar a la gran ironía de que los espacios feministas hayan acabado viéndose infiltrados y comandados por hombres que creen que son mujeres, como vemos con los atletas trans que dominan los deportes femeninos.

El concepto de género en su totalidad separa del cuerpo la masculinidad y la feminidad.

El género es una noción derivada de la patología y ha sido utilizado para rediseñar la sociedad a imagen de las personas con defectos de nacimiento y enfermedades mentales.

Para enderezar el rumbo de la sociedad en una dirección que sea coherente con las normas biológicas de nuestra especie, para crear un mundo más “humano”, tenemos que volver a vincular la masculinidad y la feminidad al cuerpo.

La masculinidad y la feminidad se derivan del sexo de forma natural.

Por tanto, dejemos de utilizar la palabra “género” fuera del ámbito de los estudios sobre el lenguaje.



[1] Traducción a cargo de Último Reducto de un texto sin título de Jack Donovan (16-7-2024): https://drive.google.com/file/d/1OkqQ6jbshtYC2Quoi_ru65QSSzMb8oie/view?usp=drive_link. N. del t.

[2] El autor se refiere a la reciente costumbre políticamente correcta en el mundo anglófono de que las personas decidan qué pronombres personales son los que las definen (en función de cómo “autoperciben” su “género”), exijan a los demás que los usen para referirse a ellas y, encima, monten un escándalo si alguien no los usa y se refiere a ellos presuponiendo otro pronombre en base a su apariencia o a su nombre. Es algo así como si alguien que se llama Antonio, y tiene apariencia de hombre pero se “autopercibe” como mujer, exijiese que se refieran a él como “ella” y no como “él”. N. del t.

[3] O en “el” y “la” en castellano. N. del t.

[4] Haig, David, “The Inexorable Rise of Gender and the Decline of Sex: Social Change in Academic Titles, 1945–2001”, Archives of Sexual Behavior, vol. 33, nº 2, Abril 2004, págs. 87–96 (https://haiggroup.oeb.harvard.edu/files/haig/files/art3a10.10232fb3aaseb.0000014323.56281.0d.pdf




martes, 17 de diciembre de 2024

Intercambio sobre la entrevista que Sean Fleming dio en el canal de YouTube de Anti-Tech Collective







Intercambio sobre la entrevista que Sean Fleming dio en el canal de YouTube de Anti-Tech Collective[1]

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Último Reducto: En primer lugar, a pesar de mis siguientes críticas, creo que, a pesar de la evidente confusión mental, divagación verbal y falta de focalización del entrevistador, su (de usted) intervención en la entrevista es muy clara, concisa, interesante y que ha dado usted en el clavo y ha señalado hechos muy importantes en varias ocasiones.

Ahora, las críticas.

En general:

§    En esta entrevista, pretende usted parecer imparcial, por ejemplo evitando elegir explícitamente entre dos partes opuestas (Ellul vs. Kaczynski; o Individualidades Tendiendo a lo Salvaje (ITS) vs. Kaczynski), pero en realidad no lo es tanto. El problema no es ser imparcial, sino fingir serlo. Nadie realmente preocupado o interesado por un tema es o puede ser imparcial o neutral al respecto, y pretender lo contrario es hipocresía o estupidez. Otra cosa muy distinta es ser objetivo. Pero ambas cosas no están necesariamente relacionadas. Es evidente que a usted le gusta demasiado Jacques Ellul. Yo no comparto su gusto por él. Ellul era demasiado idealista y humanista (y por tanto demasiado poco materialista y científico) como para ser una buena referencia para algo práctico.

§    Va usted bien encaminado cuando señala que la oposición entre materialismo e idealismo es crucial y tiene mucho que ver con las diferencias entre Kaczynski y Ellul (o el resto de críticos humanistas-idealistas de la tecnología). De hecho, no se trata sólo de otra diferencia particular más entre ellos. Es “La Diferencia”; es la raíz de prácticamente el resto de las diferencias entre ellos. Volveré una y otra vez sobre este tema en los puntos siguientes.

§    Kaczynski no es antropocéntrico, ni ama a la raza humana, como usted ya sabe. Ellul sí lo era y la amaba. Ésta es una diferencia importante entre Kaczynski y Ellul. Kaczynski no es un humanista, en realidad en el fondo es un no-humanista (incluso hasta cierto punto misántropo como usted ya ha visto), no sólo porque toma a la Naturaleza en lugar de a la humanidad como su principal valor, sino también porque su bagaje y su formación culturales, su actitud intelectual y su mentalidad e inclinación innatas así como sus disposiciones filosóficas y psicológicas naturales son en su mayoría de orientación científica, no las típicas de las humanidades. Esto, en principio, hace que tienda a centrar su atención principalmente en los fenómenos físicos en general (es decir, en la realidad que va mucho más allá de la humanidad) y no sólo o principalmente en las obras, los fenómenos sociales y las ideas humanos. Por lo que yo le conozco, diría que (y nótese que es sólo mi opinión y tal vez él no estaría completamente de acuerdo con ella; habría que preguntarle directamente para conocer sin duda sus posturas exactas) si actualmente escribe mucho sobre fenómenos sociales se debe a razones prácticas (es decir, porque lo considera necesario para comprender y así combatir eficazmente la sociedad tecnoindustrial, en aras de la Naturaleza salvaje) no porque realmente sienta alguna inclinación o interés personal, real y natural hacia este tipo de fenómenos. Apostaría a que, si fuese posible, él personalmente preferiría centrar su atención sobre todo en la Naturaleza no humana que en las cuestiones y los entornos humanos y que preferiría hacer cosas prácticas materiales que pensar o escribir sobre cualquier cosa (y mucho menos sobre cuestiones sociales).

La razón por la que, utilizando sus (de usted) propios términos, la explicación de Kaczynski sobre la maladaptación humana a la tecnología moderna es biológica y la de Ellul es cultural tiene mucho que ver con lo anterior. Kaczynski tiende sobre todo a ser un materialista no humanista de mentalidad científica y Ellul es un idealista humanista no científico. A pesar de sus aparentes similitudes, en el fondo sus inclinaciones naturales, visiones del mundo y actitudes son en última instancia opuestas e irreconciliables.

[Este intercambio es mucho más largo. Para leerlo completo en versión pdf haz clic aquí].

[1] “Full Conversation with Sean Fleming, PhD”, Anti-Tech Collective, YouTube 28 de agosto de 2021: https://www.youtube.com/watch?v=QcX9K1sIpg0.  



martes, 27 de agosto de 2024

NOTA DE DESVINCULACIÓN

Note of disavowal regarding that thing called “anti-tech”.

By Último Reducto

 

The purpose of this brief text is to publicly express that, from now on, Último Reducto totally dissociates himself from any group or individual that calls their initiatives, activities, ideas or themselves “anti-tech(nology)”.[1]  

On other occasions UR has already publicly stated his disagreement with the use of the label “anti-tech”.[2] 

Based on the experience of all these past years, UR considers that nothing worthwhile for the advancement of the cause against the technoindustrial system for the sake of wild Nature will come out of the self-called “anti-tech” people. So, from now on, UR prefers to keep his distance and avoid all collaboration or contact with them, and make it very clear that, even though sometimes there may be certain similarities between UR’s rhetoric and that of some of the self-called “anti-tech” people, UR has anything to do with that motley crew.

UR will just follow his own path that is totally independent of the paths of the self-called “anti-tech” folk.

Note that the repudiation is not towards the cause against the technoindustrial system for the sake of wild Nature, but only towards those people or initiatives who use the label “anti-tech” to call themselves. UR is not abandoning his commitment to this cause, only making it clear that he is neither “anti-tech” nor hereinafter does he want to be publicly associated with anyone who calls himself such.

 

Notes 

1.  This includes both the Ted Kaczynski of the last years before his death (since he wrote Anti-Tech Revolution and adopted the term “anti-tech” for self-designation back in the first half of the second decade of this century) and the rest of those who use this label for self-designation (whether they are Kaczynski’s followers or not).

2.   See for example: “Adaptations of fragments from several correspondence exchanges XI: on the 'antitech revolution', the definition of technology, the movement against the technoindustrial society, science, and more” (https://drive.google.com/file/d/1KxaDZqBLq_Ee6FF_HmM2L-U45LFX7JXG/view).

 

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Nota de desvinculación respecto de esa cosa llamada “antitec”

Por Último Reducto

 

El objeto de este breve texto es expresar públicamente que, de ahora en adelante, Último Reducto se desvincula totalmente de todo grupo o individuo que denomine “antitec(nología)” a sus iniciativas, actividades, ideas o a sí mismo.[1]

Ya en otras ocasiones UR ha manifestado públicamente su desacuerdo con el uso de la etiqueta “antitec”.[2]

Basándose en la experiencia de todos estos años, UR considera que de los autodenominados “antitecs” no va a salir nada que merezca la pena para el avance de la causa en contra del sistema tecnoindustrial por respeto a la Naturaleza salvaje. Así que, en adelante, UR prefiere mantenerse a distancia y evitar toda colaboración y contacto con ellos, y dejar bien claro que, a pesar de que a veces pueda haber ciertas semejanzas entre el discurso de UR y el de algunos de los autodenominados “antitecs”, UR no tiene nada que ver con toda esa hetereogenea tropa.

UR simplemente seguirá su propio camino que es totalmente independiente de los caminos seguidos por los autodenominados “antitecs”.

Nótese que el repudio no es hacia la causa en contra del sistema tecnoindustrial por respeto a la Naturaleza salvaje, sino sólo hacia la gente e iniciativas que usan la etiqueta “antitec” para autodenominarse. UR no está abandonando su compromiso con dicha causa, sólo dejando claro que ni es “antitec” ni, de ahora en adelante, quiere ser relacionado públicamente con nadie que se autodenomine como tal.

 

Notas:

1.   Esto incluye tanto al Ted Kaczynski de los últimos años antes de su muerte (desde que escribió Anti-Tech Revolution y adoptó el término “antitec” para autodenominarse allá por la primera mitad de la segunda década de este siglo) como al resto de quienes utilizan esta etiqueta para autodenominarse (ya sean seguidores de Kaczynski o no).

2. Véase por ejemplo: “Adaptaciones de fragmentos de varios intercambios de correspondencia XI: sobre la 'revolución antitec', la definición de tecnología, el movimiento en contra de la sociedad tecnoindustrial, la ciencia y más” (https://ultimoreductosalvaje.blogspot.com/2023/03/adaptaciones-de-fragmentos-de-varios.html).






Último Reducto 


Contacto: ultimo.reducto@hotmail.com                                                                                 





INTERCAMBIO DE CORRESPONDENCIA XVI (Parte II)

                         

                       


ADAPTACIÓN DE UN INTERCAMBIO DE CORRESPONDENCIA XV (Parte II): sobre ecología profunda, irracionalismo y más. 

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“¿Por qué cree usted que la gente racional sacrificará su vida para destruir el sistema tecnoindustrial por el bien de la Naturaleza salvaje? Sólo las personas estúpidas, irracionales y locas elegirán morir por la causa antitecnológica”.

-Aram (defensor de la causa antitec)

“Hay que ser racional incluso cuando se quiere aprovechar la irracionalidad o apelar a ella, si no quiere uno acabar siendo o comportándose como un idiota o un loco o acabar rodeado de “camaradas” idiotas y locos. Y yo, al contrario que usted, no creo que de este tipo de gente vaya a salir nada bueno para la causa contra el sistema tecnoindustrial en aras de la Naturaleza salvaje”.

-Último Reducto

 

A:

· Creo que es eficaz atacar el sistema tecnológico usando también lenguaje antropocéntrico o humanista. La mayoría de la gente de la sociedad tecnológica cree que, con el tiempo, el progreso tecnológico traerá una vida mejor para la especie humana. Según mi experiencia, cuando se critica el sistema tecnológico moderno, la mayoría de la gente objeta que la tecnología moderna nos trajo una mejor “calidad de vida”, lo que significa una baja tasa de mortalidad infantil, mayor esperanza de vida, medicina moderna, menos violencia a pequeña escala, abundancia de alimentos y agua, un estilo de vida más cómodo, la emancipación de la mujer, etc. 

Por supuesto que nosotros no creemos en esa patraña de una “mejor calidad de vida” y pensamos que la autonomía de la naturaleza salvaje, incluida la naturaleza humana salvaje, es mucho más importante que esos modernos valores antropocéntricos de color rosa. Pero la mayoría de la gente no comparte este valor con nosotros. Simplemente se burlarán de la autonomía de la naturaleza salvaje y mantendrán su creencia en el sistema tecnológico, en que su progreso les traerá una “mejor calidad de vida”.

En el capítulo 4, sección 1 de Anti-Tech Revolution (ATR), el Dr. Theodore John Kaczynski escribió: “En tercer lugar, para ayudar a allanar el camino hacia esta pérdida de respeto y confianza [en el sistema tecnológico], el movimiento debe hacer lo que pueda para socavar la fe de la gente en el sistema tecnológico”. Creo que señalando el hecho de que el progreso tecnológico en realidad empeora nuestra “calidad de vida”, no la mejora, incluso en términos de valores antropocéntricos o humanistas, podemos “socavar la fe de la gente en el sistema tecnológico”. Creo que es eficaz atacar al sistema tecnológico con su propio lenguaje.


[Este texto es más largo, para leerlo completo en formato pdf haz clic aquí]




martes, 20 de agosto de 2024

INTERCAMBIO DE CORRESPONDENCIA XVI (Parte I)


 
ADAPTACIÓN DE UN INTERCAMBIO DE CORRESPONDENCIA XVI (Parte I): sobre antropocentrismo y humanismo.

A: Tengo una pregunta. Suele usted mostrar desdén por el “antropocentrismo” o el “humanismo”. Por ejemplo, en un intercambio anterior, escribió: “De hecho, este afán por preservar tecnológicamente a toda costa a la humanidad, a la civilización o incluso a la Tierra de un posible desastre cósmico es el resultado de la arrogancia ególatra de muchos de los miembros de nuestra especie. Los seres humanos tienden a asumir que son lo más importante y valioso (como individuos y como especie), el centro del universo, y tienden a asumir que son imprescindibles y que sin ellos el resto del cosmos no tiene sentido ni valor”.

Puedo entender por qué es usted tan crítico con el antropocentrismo o el humanismo. Sí, la revolución antitecnológica traerá una tremenda cantidad de dolor, sufrimiento y muerte a una gran parte de la población humana de la Tierra. Los valores antropocéntricos o humanistas entorpecerán una revolución antitecnológica eficaz. Pero cuando utiliza el término “antropocentrismo”, me desconcierta. Porque, según mi experiencia, el término “antropocentrismo” lo utilizan sobre todo los defensores de los derechos de los animales y los veganos. Y en su mayoría son izquierdistas. Afirman que nuestra sociedad es demasiado antropocéntrica y que esto conduce a la opresión y la crueldad contra los animales. ¿Puede usted explicarme cuál es la diferencia entre el “antropocentrismo” al que usted se refiere y el “antropocentrismo” a que se refieren los izquierdistas?

Y si abandonamos por completo los valores antropocéntricos, ¿quedaría entonces alguna otra razón para justificar y racionalizar la revolución antitecnológica? ¿No es hasta cierto punto antropocéntrica y humanista la filosofía antitecnológica del Dr. Theodore John Kaczynski? La primera frase de “Industrial Society and Its Future” (ISAIF) es “La Revolución Industrial y sus consecuencias han supuesto un desastre para la humanidad”. Para mí está claro que la razón principal por la que al Dr. Kaczynski le disgusta el sistema tecnológico se basa en motivos antropocéntricos.

Y yo personalmente he visto varias veces a activistas de izquierdas criticar que la filosofía antitecnológica del Dr. Kaczynski es demasiado antropocéntrica. Si abandonamos completamente el antropocentrismo, entonces ¿por qué no dejar que el sistema tecnológico engulla toda la naturaleza salvaje de la Tierra, y transforme a los seres humanos en máquinas o los reemplace con ellas?

UR: Ésta es una pregunta muy interesante. Voy a intentar responderla punto por punto.


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jueves, 15 de agosto de 2024

LECTURAS INTERESANTES IV

 Lecturas interesantes IV

 

La siguiente lista de libros recoge algunas obras que merece la pena leer, no siempre por las conclusiones a las que llegan los autores, ni por los valores y fines en los que se basan, sino simplemente porque estos libros sirven como fuentes de datos o aportan ideas y análisis interesantes a la hora de tratar de conocer y entender la realidad.

Último Reducto recomienda que, aun en caso de existir ediciones en español, se lean en versión original, dado que demasiado a menudo las traducciones al castellano dejan mucho que desear.

  • The Rise of Victimhood Culture: Microaggressions, Safe Spaces and the New Culture Wars, Bradley Campbell y Jason Manning, Palgrave Macmillan, 2018.
  • Big Gods: How Religion Transformed Cooperation and Conflict, Aza Norenzayan, Princeton University Press, 2013.
  • Cynical Theories: How Activist Scholarship Made Everything about Race, Gender and Identity - and Why This Harms Everybody, Helen Pluckrose y James Lindsay, Swift 2020.
  • Energy and Civilization: A History, Vaclav Smil, MIT Press, 2017.
Para información acerca de otros libros interesantes, véase el apartado “Reseñas” en Naturaleza Indómita.

jueves, 1 de agosto de 2024

INTERCAMBIO DE CORRESPONDENCIA XV (Parte II)

 




ADAPTACIÓN DE UN INTERCAMBIO DE CORRESPONDENCIA XV (Parte II): sobre si la gente que está en contra de la tecnología moderna debería usarla o no.


 

A: Creo que la pregunta que más frecuentemente se hace a los antitec es la siguiente: “Si tanto odiáis la tecnología moderna, ¿por qué la usáis?”.

Una persona con la que intercambio correspondencia me dijo que las respuestas largas a esta pregunta hacen que el movimiento antitec parezca débil y poco atractivo. Me dijo que tenemos que dar una respuesta concisa a dicha pregunta. La respuesta que sugirió es ésta: “Porque la tecnología moderna domina el mundo”.

Me gustó su sugerencia y quería compartirla con usted.

UR: Antes de nada, quiero dejar claro, por enésima vez, que no me identifico con la etiqueta “antitec(nológico)” ni comparto la decisión de Kaczynski y muchos de sus acólitos de adoptarla para autodenominarse. Yo no soy “antitec” (sea lo que sea que signifique ese término).

Tampoco creo que se pueda hablar en la actualidad de un movimiento (“antitec” o como se le llame) existente, real y organizado en contra de la sociedad tecnoindustrial. Hablar como si hubiese algo que en realidad (¿aún?) no hay, es mero delirio.

Pero bueno, para poder contestarle de forma breve, asumamos (y probablemente sea mucho asumir) que a lo que usted se refiere por “movimiento antitec” es lo mismo a lo que yo me referiría como el pequeño puñado de individuos que creemos que se debería crear un movimiento contra la sociedad tecnoindustrial basado en el valor de la Naturaleza salvaje.

Dicho esto, no me parece que la respuesta sugerida sea especialmente buena ni clara.

Yo daría respuestas breves diferentes a la frecuente acusación de no estar actuando o viviendo según nuestras ideas; es decir, a la típica objeción: “si estáis en contra de la tecnología moderna, ¿por qué la usáis?”. Se me ocurren unas cuantas:

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