ADAPTACIÓN DE UN INTERCAMBIO DE CORRESPONDENCIA XVIII: sobre el ideal de la Naturaleza salvaje y el concepto de “orden social” de Ted Kaczynski.
LM: En “Adaptación de un intercambio de correspondencia XVI: (Parte II)”, Aram cita un fragmento del prólogo de Anti-Tech Revolution de Kaczynski:
En otros lugares he hablado del valor positivo de la naturaleza salvaje y de una vida cerca de la naturaleza y, si vivo para completar el segundo volumen de Technological Slavery, incluirá una sección titulada ‘Is There Such a Thing as Wilderness? Is There Such a Thing as the Balance of Nature?’ [‘¿Existe algo así como la naturaleza salvaje? ¿Existe el equilibrio de la naturaleza?’], que debería contribuir en gran medida a disipar cualquier aura de nihilismo que pueda parecer que rodea a la oposición radical al sistema tecnológico.
Según esto, para Aram, Kaczynski escribiría “un ensayo metafísico, espiritual y no-racional”.
En cambio, usted dice que, según un borrador del texto “Is There Such a Thing as Wilderness? Is There Such a Thing as the Balance of Nature?”, Kaczynski “no se dedica a hablar de metafísica en absoluto” y que “de hecho es un texto que se ajusta bastante a la forma de razonar pragmática (¿se refiere al ‘pragmatismo miope’ del que usted habla con Sean Fleming?) y con los pies en el suelo típica de Kaczynski”.
Pues bien, de hecho, si uno lee a Kaczynski quizá sí pueda interpretar ciertos toques de nihilismo. Por ejemplo, en una carta a A.O., dijo:
Las revoluciones nunca logran crear el nuevo orden social con el que sueñan los revolucionarios. Pero la destrucción suele ser más fácil que la construcción, y las revoluciones [incluida la Revolución Rusa] a menudo logran destruir el viejo orden social contra el que se dirigen. Si los revolucionarios de hoy abandonaran toda ilusión sobre la posibilidad de crear una sociedad nueva y mejor y se fijaran como objetivo simplemente la muerte del sistema industrial, bien podrían alcanzar ese objetivo.
Esto puede recordar al programa de acción del llamado “nihilismo terrorista” de allá por las décadas del 60 y 70 del siglo pasado, cuando algunos de los partidarios de la acción violenta del movimiento de la “Nueva Izquierda” decían: “no sabemos ni nos interesa lo que ocurrirá después [...] nuestra tarea consiste solamente en destruir los actuales esquemas imperfectos, injustos y destructores de la personalidad humana. [Nos negamos a pensar en lo que se deberá hacer después] porque entonces nos dividiríamos, mientras que ahora nos mantiene unidos la consigna única de la destrucción”.
No estoy intentando relacionar a Kaczynski con eso de la “Nueva Izquierda” ni mucho menos, es sólo un ejemplo de cómo uno podría pensar que la preocupación por las formas concretas que adoptará una nueva sociedad es algo irrelevante o secundario, puesto que, por ejemplo, si el sistema industrial es destruido con una efectividad considerable (si las principales áreas de influencia de la tecnología moderna son inhabilitadas), entonces no habría preocupación de que se pueda volver a él (por lo menos por un tiempo), y, por tanto, podría pensarse que lo principal sería sólo la destrucción del sistema actual, sin una idea concreta sobre lo que habrá después del colapso. Creo que en realidad lo que pase después sí es algo secundario (por lo menos por ahora), pero eso no significa que sea irrelevante o que no se pueda/deba ver nada más allá; incluso el plantearse si existe algo así como la naturaleza salvaje podría unir a ciertas personas y repeler a otras. Y claro que tampoco se trata de plantear una sociedad utópica (o un mundo utópico), sino de resaltar ciertos rasgos positivos que podría haber en el caso de abolir el sistema actual de manera voluntaria, es decir, a causa de un movimiento dedicado a ello, no a causa de un autocolapso del sistema.
Desconozco si la sección de la cual Kaczynski planeaba escribir se completó, pero, creo que no tendría nada que ver con un “ensayo metafísico, espiritual y no-racional”, sino, sólo con tratar el asunto del atractivo y los beneficios posibles de la vida en la naturaleza salvaje (maximizar la autonomía individual) y de que sí puede ser posible (en ciertas maneras) y relativamente soportable. Claro, no sería un paraíso natural y, de hecho, por lo menos los primeros años después del colapso del sistema serían especialmente violentos y duros; la violencia podría bajar considerablemente con el tiempo, pero, aun así, la vida seria dura, lo cual no es necesariamente algo negativo, de hecho, una “vida dura” en el sentido de exigir esfuerzo físico personal para realizar las actividades básicas cotidianas para uno mismo o un pequeño grupo de allegados, sería un rasgo positivo, pues implicaría atravesar más amenamente el segundo punto del llamado proceso de poder (esfuerzo; véase “Industrial Society and Its Future” (ISAIF), párrafos 33-37 y 42). ¿Es esto algo similar a lo que Kaczynski pretendía escribir para “disipar cualquier aura de nihilismo” en su oposición y crítica radical al sistema tecnológico (tomando en cuenta su borrador)? ¿Cree usted, Último Reducto, que exista algo así como la naturaleza salvaje y/o un equilibrio de la naturaleza? ¿Considera importante establecer si existe o no para borrar posibles interpretaciones nihilistas y quizá unir a ciertas personas o cree que es suficiente con los toques no nihilistas que se hacen notar tanto por Kaczynski como por el sentido común? A más de eso: ¿Es usted nihilista (en el sentido en que aquí se usó el término)? Supongo que no.