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martes, 27 de abril de 2021

INTERCAMBIOS DE CORRESPONDENCIA VII: sobre el izquierdismo y la COVID-19

 



ADAPTACIONES DE FRAGMENTOS DE VARIOS INTERCAMBIOS DE CORRESPONDENCIA VII: sobre el izquierdismo y  la COVID-19.[1]

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M: En su día (en los primeros años del siglo XIX cuando el primitivismo estaba más de moda) leí bastantes textos acerca de la crítica a la civilización y la técnica. Y aunque entonces había bastantes autores y colectivos que intentaban llevarse esas teorías hacia  postulados anarquistas, también fui consciente de otros autores que no idealizaban la vida o las sociedades primitivas, sin ir más allá de defender una vida enraizada en la naturaleza, una vida  digna, con sus claros y oscuros, sin renunciar a la dureza y la austeridad que supone evitar la tecnología y su confort.

A mi me seducen gran parte de los “básicos” de dicha filosofía (los tuyos, los de Ted Kaczynski) pero los contemplo, como algo más romántico o poético que como una teoría filosófica con la que las masas puedan identificarse y que pueda materializar un cambio decisivo en el rumbo que lleva esta civilización.  Yo no puedo decir que sea anarquista, pero me identifico con dichas ideas, y paradójicamente con lo que te he dicho hace un momento, con las más relacionadas con el obrerismo y la lucha de clases. Y no es porque acepte y venere el progreso humano, ni nada de eso. Pero sí acepto la división que de este mundo a generado la lógica capitalista... Por otro lado desde siempre he asimilado como una vida más que digna la economía de subsistencia y su “dureza”, y el tiempo para uno, más allá de la comodidad y la falsa libertad de comprar mierdas impuestas. Desconfío de la tecnología en gran medida.

U.R.: Yo no tengo nada que ver con el primitivismo ni idealizo lo primitivo. Simplemente considero que la vida primitiva, con todos sus problemas y dificultades, sería preferible a la civilizada porque es la vida para la cual estamos adaptados genéticamente por la selección natural y porque es la que menos dañaba la Naturaleza (aunque sólo fuese porque al carecer de medios tecnológicos avanzados no solían poder causar mucho daño). Nada más. No creo que fuese Jauja, ni el paraíso, ni que los primitivos fuesen angelitos. Normalmente la mayoría de ellos eran tan capullos como la mayor parte del resto de los seres humanos del resto de épocas. De hecho, creo que, si se inventase una máquina del tiempo y a la mayoría de los primitivistas (es decir, de los que idealizan a los primitivos) los mandasen a la prehistoria, no durarían una mierda. Si no los matasen las condiciones del medio salvaje lo harían los propios humanos primitivos a quienes tanto idealizan.

Tienes razón en que mis ideas, o las de Kaczysnki, no son para las masas. Pero es que no hace falta que lo sean. No se trata de cambiar las ideas de las masas para que así cambie la sociedad. Lo que se trata es de cambiar físicamente la sociedad (más en concreto, de destruirla). Y para eso no hace falta cambiar la forma de pensar de nadie. Lo que hace falta son algunas personas (una cantidad mínima, no necesariamente muchas) que ya tengan claras esas ideas y esa meta, que tengan el suficiente coraje para esforzarse por conseguir los medios para poder alcanzarla y que, llegado el momento, lo intenten. De hecho, cambiar la forma de pensar y actuar de las masas es imposible sin usar un aparato propagandístico y/o represivo enormemente poderoso y extenso, lo cual inevitablemente conlleva la necesidad de una sociedad tecnoindustrial, que es precisamente lo que se querría eliminar. O sea, que por ahí no van los tiros. Creer que se puede cambiar la forma de pensar y actuar de las masas o que ellas mismas verán la luz y cambiarán voluntariamente, por las buenas, sin engañarlas ni obligarlas (lo que creen muchos anarquistas, por ejemplo) es estar en Babia, ser un soñador. ¿Qué? ¿Sigues pensando que nuestras ideas son “románticas”? ¿Quién es el romántico, el que cree (o más bien prefiere creer) que las masas despertarán y cambiarán voluntariamente o el que sabe y reconoce que eso no pasará y, por tanto, busca otras vías?

No sé si entiendo bien todo lo que quieres decir con “Yo no puedo decir que sea anarquista, pero me identifico con dichas ideas, y paradójicamente con lo que te he dicho hace un momento, con las más relacionadas con el obrerismo y la lucha de clases. Y no es porque acepte y venere el progreso humano, ni nada de eso. Pero sí acepto la división que de este mundo a generado la lógica capitalista...”, pero creo que más o menos capto lo básico. No es tan paradójico, la mayoría de los izquierdistas (incluidos los anarquistas) no reconocen serlo. Lo que está claro es que todo ese rollo del anticapitalismo, la lucha de clases, el obrerismo, etc. es izquierdismo (de hecho, es el izquierdismo clásico socialista de manual de toda la vida). Quizá no tenga necesariamente que ver con cosas como el animalismo, la defensa de los derechos de los homosexuales, la lucha contra el patriarcado, etc. porque es más antiguo que estas otras tendencias (lo primero es el izquierdismo del siglo XIX y primera mitad del XX y todo lo otro se ha ido desarrollando y generalizando más tarde), pero es izquierdismo igualmente.[2]

M: ¿Cómo contemplas todo este monotema del coronavirus y sus consecuencias a corto y largo plazo? 

U.R.: Sobre el coronavirus (SARS-CoV-2), cuanto más lo pienso, menos lo entiendo, la verdad. He visto y oído tantos sinsentidos en el último año en relación a este tema que ya no sé a qué atenerme. Pero bueno, en resumen te diré que:

§         El origen del virus no lo tengo claro. Quizá no se aclare nunca. Pero sea creado en laboratorio o sea de origen “natural”, el caso es que es en gran medida producto del desarrollo tecnológico y social (en especial, demográfico) de la sociedad actual. Porque, incluso si el origen fuese “natural”, en realidad no sería nada natural (en el sentido de “no artificial”), sino algo debido a la destrucción, degradación o explotación de los ecosistemas y especies salvajes que hace que los animales salvajes tengan más contacto (directo o indirecto) con los seres humanos y nos transmitan sus patógenos (la mayoría de las grandes enfermedades infecciosas –epidemias y pandemias- humanas son zoonosis que tienen su origen en este tipo de procesos); a la aglomeración de grandes cantidades de personas en núcleos de población que posibilita o facilita que se produzcan y perpetúen los contagios; y a los medios de transporte rápidos y a larga distancia que posibilitan que  los patógenos se extiendan.[3] O sea, que sea como sea, es culpa del desarrollo tecnológico y social.

§        Lo de las medidas de contención, es un puñetero caos que no hay quien se aclare. Igual que lo de las estadísticas de la evolución de la enfermedad. O son falsas o están mal hechas, pero no tienen lógica alguna. En muchos casos tanto las estadísticas como las medidas de contención tienen que ver mucho más con la economía y la política que con la epidemiología. Y no me refiero sólo a España, sino al mundo en general. En otros países es todo igual de ilógico, aunque difieran en ciertos aspectos.

§        De las vacunas contra la COVID-19 no me fío un pelo. Si tenemos en cuenta el historial de efectos secundarios, indeseados, imprevistos y dañinos de las tecnosoluciones (el desarrollo y aplicación de tecnologías para tratar de solucionar problemas -normalmente creados o agravados por la tecnología a su vez-) a lo largo de la historia, no hay razón para creer que estas vacunas vayan a ser una excepción. Es muy probable que traigan más problemas que los que arreglarán, sobre todo a largo plazo. Y más estando hechas a matacaballo, sin un largo y concienzudo periodo de prueba (que es lo que se suele y debe hacer con las vacunas, y aun así dan problemas a menudo).

§        Es evidente que con el cuento de contener el virus, muchos gobiernos y políticos, y seguramente también otros individuos y organizaciones poderosos (empresas farmacéuticas, por ejemplo) han tratado de sacar provecho del asunto, imponiendo medidas sociales autoritarias, desviando la atención de otros asuntos, aprovechando el jaleo para hacer maniobras y jugarretas, vendiendo tecnosoluciones, etc.

§        Y lo peor: a largo plazo, es muy probable que esto refuerce el sistema tecnoindustrial más que debilitarlo. Para empezar, aunque esto haya generado una crisis económica no creo que ésta vaya a ser lo suficientemente grave a nivel global como para debilitar demasiado el sistema. Y en lo que respecta al número de muertos, tampoco es tan grande como para debilitar el sistema a nivel global. Unos pocos millones de muertos entre 8.000 millones es algo inapreciable en este aspecto. Sin embargo, mientras tanto, con confinamiento o sin él, debido a las restricciones y al miedo al contagio, la gente pasa mucho más tiempo encerrada en casa y enganchada a la tele y a Internet y, por tanto, alejada no ya de la Naturaleza sino incluso de la realidad. Esto ayudará a aclimatarles aún más a vivir una “realidad” cada vez más virtual en un entorno cada vez más artificial y a tomar cada vez menos la realidad (y la Naturaleza) como referencia, reforzando así su dependencia de la tecnología moderna. De hecho, todo esto despejará el camino para que el desarrollo del sistema tecnoindustrial avance aún más y lo haga más fácilmente. Cuantas menos referencias no virtuales ni digitales tenga la gente, más fácilmente aceptarán su gradual fusión con las máquinas y/o una vida en condiciones cada vez más antinaturales, y menos les preocupará lo que se perderá por el camino (la Naturaleza salvaje, la libre expresión de la naturaleza humana, la cultura tradicional, la noción de qué es el ser humano, e incluso la propia biología y el cuerpo humanos). Y, más en concreto, las vacunas, a corto plazo, y hasta que se comiencen a ver sus muy probables contrapartidas a largo plazo (si es que se llegan a ver y reconocer) reafirmarán la fe de la gente en la tecnología moderna, en las tecnosoluciones, presentando al sistema tecnológico como a un salvador, en lugar de como al causante del problema, que es lo que realmente es. Sea como sea, todo esto no creo que traiga nada bueno. No huele nada bien.



[1] Adaptación de un fragmento del intercambio de correspondencia entre M. y Último Reducto (U.R.) ocurrido el 16 de diciembre del 2020. © Copyright 2021, Último Reducto para los fragmentos originalmente escritos por U.R.

[2] Para una discusión más en profundidad de la evolución histórica del izquierdismo, véase por ejemplo: Karaçam, “Izquierdismo, sistema tecnoindustrial y Naturaleza salvaje”, en Naturaleza Indómita (https://www.naturalezaindomita.com/textos/crtica-de-la-civilizacin-y-del-sistema-tecnoindustrial/izquierdismo-sistema-tecnoindustrial-y-naturaleza-salvaje).

[3] Véase, por ejemplo, David Quammen, Spillover (Norton & company, 2018). [Existe traducción al castellano: Contagio, Debate, 2020].