Nota importante de Último Reducto
Cómo reemplazará la gente a las
máquinas[1]
Por Theodore. J. Kaczynski
La ciencia de la genética está avanzando rápidamente
hacia la posibilidad práctica de modificar genéticamente a los seres humanos. Pocos
de entre los que no somos genetistas hemos comprendido completamente el hecho
de que la ingeniería genética supone la solución a todos los problemas del
mundo. Considérese el problema de la población, por ejemplo. En unos quince
años, la ciencia será capaz de crear una raza de gente de tres pies[2] o
menos de altura, pero con cabezas de tamaño normal para poder albergar cerebros
de tamaño normal. Mediante la reducción de su estatura a la mitad, se estará
reduciendo su peso a un octavo de su valor original. Así, la cantidad de
oxígeno, alimento, etc. que cada persona consumirá se verá reducida a un octavo
y el mundo será capaz de albergar ocho veces más gente.
Esta propuesta también implica una solución a los
problemas del crimen y la violencia. Las personas con cuerpos diminutos de tres
pies tendrán que usar toda su energía sólo para mantener erguidas sus cabezas y
apenas les quedarán fuerzas suficientes para causarse daños físicos unas a
otras. Además, a ciertos grupos especialmente seleccionados, tales como los
policías o los científicos, se les permitirá tener cuerpos de tamaño normal y
así no tendrán dificultades en controlar a los criminales de tres pies de
altura. ¿Puede usted imaginarse a una turba de hippies drogados de tres pies
de altura tratando de llevar a cabo una revuelta contra policías de seis pies
de altura? Ja, ja, ja. De hecho, se podrían crear policías de diez pies de
altura.
Claro que la modificación de burdas características
físicas tales como la estatura, el peso, el número de brazos y piernas, etc.
sólo será el principio. Después seremos capaces de modificar en detalle la
estructura química y eléctrica del cerebro. De este modo seremos capaces de
eliminar toda forma de enfermedad mental. Sólo piénselo. No más hospitales
mentales repletos de lunáticos. No más criminales, no más drogadictos, no más
conductores imprudentes, no más comunistas, ni más reaccionarios intolerantes
contrarios a la Ciencia. Es más, no habrá más infelicidad. Ya que, en lugar de
esforzarnos por crear una sociedad que haga feliz a la gente –algo que la
humanidad lleva intentando sin éxito desde los albores de la civilización-
podríamos simplemente diseñar a los seres humanos para que sean felices sean
cuales sean las condiciones sociales que existan en ese momento. Por ejemplo,
podríamos fabricar trabajadores que disfruten estando desempleados y en general
personas a las que les guste la ingeniería genética.
Podremos eliminar el inútil gasto de energía que implica
el sexo. Podremos dar a la gente todo el placer del sexo simplemente
estimulando eléctricamente las áreas adecuadas de sus cerebros; y la
reproducción podría ser llevada a cabo de un modo más eficiente sin todo ese
jaleo. En vez de ser creadas mediante la unión de un espermatozoide y un óvulo,
las personas podrían ser producidas en fábricas a partir de materias primas
inorgánicas.
Incluso los ignorantes anti-ciencia deberían ansiar la
llegada de la ingeniería genética. Estos personajes están siempre preocupándose
por que la gente pueda llegar a ser remplazada por máquinas. Sin embargo, con
la llegada de la ingeniería genética, cambiarán las tornas: las máquinas serán
reemplazadas por gente. Por ejemplo, seremos capaces de crear personas con
cuerpos minúsculos y solamente rudimentarios, pero con cerebros gigantescos que
ocuparán cada uno la totalidad del volumen del Empire State. Con sus circuitos
apropiadamente programados, estos cerebros serán capaces de reemplazar a las
computadoras electrónicas. A lo que voy es a que cuando hayamos creado gente
que funcione exactamente como máquinas, ya no hará falta fabricar más máquinas.
Ya sólo fabricaremos gente.
Los individuos emocionalmente confundidos que simplemente
no comprenden lo que la ciencia está tratando de hacer a menudo se asustan ante
tales visiones del futuro. No entienden que no se puede parar el progreso, que
no se puede dar marcha atrás al reloj. No entienden que la ciencia es poder y
que por eso quienes están a favor de la ciencia siempre ganan.
De cualquier modo, si un hatajo de patanes ignorantes
como esos piensan que pueden detener la marcha del progreso, van dados. Si dan
problemas, reconstruiremos su ADN y los convertiremos en sapos. Y si piensa usted que esto es una broma, sólo espere treinta años y verá de lo que seremos capaces
para entonces, imbécil.
[1]Traducción a cargo de
Último Reducto de “How People Will replace Machines”, publicado originalmente
en Hattiesburg American, 1 de junio
de 1980. N. del t.
[2] 1 pie = 30,48 cm. N. del t.